Ara Pacis
Es un edificio de planta rectangular que reposa sobre un podium. Consta de dos puertas: una frontal por donde entraba el sacerdote oficiante (precedida de una escalinata) y otra posterior para la mesa de ofrendas.
En cuanto a la decoración, esta obra combina los elementos de origen helenístico con el realismo propio del retrato romano. Para conseguir profundidad mezclan alto, bajo y medio relieve. El exterior está decorado con relieves separados por una banda con decoración greca. Los relieves de la banda superior representan a la familia imperial, y la inferior con elementos grutescos El interior está decorado con guirnaldas y casetones.
Estatua ecuestre de Marco Aurelio
Es una estatua de bronce (realizada con la técnica de la cera perdida) de unos 3 metros de altura que data del siglo II d.C. y se encuentra en Roma.
Representa al emperador Marco Aurelio montado a caballo. Es una escultura abierta, ya que el caballo tiene una de las patas elevada. Es una escultura idealizada perteneciente al período imperial.
La intención con la que se construyó esta escultura era mostrar a Marco Aurelio como un hombre victorioso y conquistador, algo que no consiguieron por el hecho de que el emperador no lleva ni armas ni armadura.
La Maison Carrée
Es un templo romano de orden corintio y planta longitudinal construido en el siglo I a.C. Se encuentra en Nimes, Francia.
Por la disposición de sus columnas, nos encontramos con un templo períptero octástilo y próstilo hexástilo. Las columnas están adosadas en la parte posterior del templo.
Descansa sobre un podium, en el cual se encuentra la única escalinata que da acceso a la cella.
En el frontón no hay decoración escultórica, seguramente se ha perdido, y en el friso aparecen adornos florales que nos recuerdan a la ornamentación del Ara Pacis.
El Panteón de Roma
El Panteón de Roma es un templo circular construido a comienzos del Imperio Romano y dedicado a todos los dioses. Los materiales son mampostería, cemento y ladrillo.
La idea inicial se debió al general y político romano Agripa, quien decidió iniciar este monumento como prueba de la tolerancia religiosa. Pero debido a sucesivos incendios se tuvo que reconstruir un siglo y medio después por mandato de Adriano.
Consta de un pórtico con ocho columnas de orden corintio que da paso a una rotonda cubierta por una cúpula decorada con casetones y que presenta en su centro un gran óculo para iluminar el interior. Para acceder a la planta central, antes tenemos que pasar por el cerrojo.